Ejes Estratégicos

El agua como don de la naturaleza es un constituyente fundamental para la vida, más aún en el Perú donde el acceso y usufructo equitativo de este recurso requiere de estrategias integrales que articulen la gestión del agua, del suelo, y la biodiversidad, incorporando saberes ancestrales de adaptación y de transformación de ecosistemas. A ello hay que añadir la promoción e implementación de medidas que hagan frente a la agricultura extensiva y homogeneizadora, el deterioro ambiental y de los suelos, la pérdida de biodiversidad y a los efectos del cambio climático, como parte de una agenda de desarrollo territorial.

Las características pluriculturales del país, y en particular de la macroregión Sur constituyen una oportunidad valiosa para la construcción de una propuesta de desarrollo sostenible. Ello implica la búsqueda de nuevas relaciones de diálogo más equitativo e inclusivo entre las diversas manifestaciones culturales, garantizando sus derechos como tales. La persistencia de privilegios socio- económicos y políticos no son consistentes con los derechos que demanda la diversidad cultural de la población nacional, y plantean la realización de cambios en las políticas públicas a todo nivel para incorporar el enfoque intercultural y de derechos humanos en los instrumentos de gestión del desarrollo territorial.

La economía solidaria es una respuesta a la forma de acumulación y de manejo de la economía basada en el rentismo, el consumismo, el dispendio y la competencia sin límites. Ubica las actividades productivas y de mercado desde la búsqueda del bien común, la equidad, la reciprocidad, la solidaridad, la producción socialmente responsable, el comercio justo, el consumo ético y el equilibrio con el ambiente y la sostenibilidad de los dones naturales. Es una propuesta centrada en la valoración prioritaria del ser humano, e involucra la construcción de una forma diferente de vida y de relaciones entre las personas, y en las nuevas demandas de un consumo saludable.

La actividad extractiva de dones naturales no renovables –sea minería o hidrocarburos– merece particular importancia en la macrorregión Sur debido a sus implicancias para el desarrollo territorial como un factor de oportunidades –o de riesgos y amenazas–, según las condiciones políticas, sociales y económicas que se presenten. Como un aspecto de esta problemática cabe resaltar la generación del canon y las regalías, cuya gestión transparente, eficiente, inclusiva y equitativa, persiste como un gran desafío para el desarrollo territorial.

La articulación de la agroecología, soberanía alimentaria y agricultura familiar es sustancial como alternativa para crear condiciones hacia la sostenibilidad en la producción, transformación y el consumo saludable de alimentos, en un contexto de gestión sostenible de los dones naturales y de revaloración de los saberes locales. Asimismo, para promover una forma de vida alternativa ante un escenario global hegemonizado por grandes corporaciones promotoras del uso de insumos en base a energía fósil y de un consumismo dispendioso,

Un gran desafío institucional es la generación de condiciones para el empoderamiento de las mujeres y la superación de relaciones de inequidad de género que subsisten y se reproducen en las dinámicas sociales, económicas, ambientales, laborales, familiares y políticas. Estos cambios son claves e imprescindibles en la búsqueda de un desarrollo sostenible territorial, así como para realizar incidencia en las políticas públicas para propiciar equidad e inclusión, en un escenario social de marcadas características patriarcales.