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Ejes estratégicos institucionales

EJES ESTTATÉGICOS INSTITUCIONALES

Agroecología, soberanía alimentaria, agua y biodiversidad frente al cambio climático

El enfoque ecosistémico debe encontrarse con el enfoque territorial para generar propuestas que atiendan tanto las necesidades productivas y políticas asociadas a la agroecología, como a superar las situaciones de dependencia alimentaria en la que nos encontramos. Asimismo, es crucial entender que las posibilidades de hacerle frente al cambio climático pasan necesariamente por hacer cambios sustanciales en las dinámicas de poder, las relaciones de la sociedad y el entorno, desde lógicas de ecología de saberes. Elementos como los suelos, el acceso a las tierras, la biodiversidad y el agua serán por lo tanto cruciales para las propuestas estratégicas sistémicas que emerjan.

Construcción de alternativas frente al extractivismo

La generación de alternativas que permitan pensar en nuestros territorios más allá de las dinámicas de extractivismo es crucial para un desarrollo territorial realmente sostenible, con visión de largo plazo y desde formas propias de entender una vida plena. Las condiciones de generación de recursos económicos actuales debido al extractivismo deberían servir para sentar las condiciones que permitan superar esta situación. Articular propuestas desde narrativas de diversidad y diversificación, desde la creatividad y permitiéndonos pensar en otros mundos posibles se hace necesario para construir una sociedad en la que los derechos estén realmente asegurados y la vida plena en nuestros territorios sea posible.

Género e interculturalidad con enfoques interseccionales

Los enfoques de género e interculturalidad buscan transformar situaciones de opresión. Las cuales son estructurales y el resultado del entrelazamiento de condiciones de género, etnicidad y clase que al interseccionarse generan situaciones de distancia respecto al poder, opresión y dificultades para tener una vida plena. En esa línea, las dinámicas extractivistas y la hegemonía colonial agudizan estas situaciones; por lo que generar mecanismos para hacerle frente a estas situaciones desde epistemologías pluriculturales y propuestas críticas, pensadas desde el cuidado, la redistribución equitativa de responsabilidades la autonomía, resultan relevantes. Especialmente frente a discursos y prácticas conservadoras que amenazan con imponerse bajo estrategias totalitaristas y autoritaristas tanto locales como globales.

Economía social, solidaria y popular para sociedades justas

La economía solidaria es una respuesta a una forma de acumulación y de manejo de la economía basada en el rentismo, el consumismo, la mercantilización y la competencia sin límites. Ubica las actividades productivas y de mercado desde la búsqueda del bien común, la equidad, la reciprocidad, la solidaridad, el comercio justo, el consumo ético, la corresponsabilidad social y el equilibrio con el ambiente. Asimismo, la economía desde enfoques sociales implica la priorización de la satisfacción de las necesidades de forma colectiva antes que dejándolas a manos del mercado y la procuración individual de las mismas. La economía además debe ser entendida como las formas múltiples que tenemos de intercambio, siendo las formas de economía populares, desde los sectores menos favorecidos por las estructuras actuales de la sociedad, en quienes se centren esfuerzos por generar vías de intercambio favorables y accesibles. En ese sentido, las propuestas de generar alternativas desde economías sociales, solidarias y populares se hacen cruciales para generar condiciones de vida plena y digna para las personas, el respeto de los ecosistemas y poblaciones no humanas, así como para disminuir brechas en nuestra sociedad.