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MEMORIA de la CONFERENCIA Nº 01: "La Amazonia Sur: Desafíos y Posibilidades ante los múltiples retos del siglo XXI"

SEMINARIO DE AMAZONÍA SUR PERUANA

CONFERENCIA 1

LA AMAZONÍA SUR:
DESAFÍOS Y POSIBILIDADES ANTE LOS MÚLTIPLES RETOS DEL SIGLO XXI

Fecha: 14 de diciembre de 2020.

Expositor:

  • Thomas Moore. Centro Eori de Investigación y Promoción Regional. Puerto Maldonado, Perú.

Panelistas:

  • Heinrich Helberg Chávez. Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP). Iquitos, Perú.
  • Rodrigo Arce Rojas. Universidad Ricardo Palma (URP). Lima, Perú.
  • Alejandro Camino Diez Canseco. Museo de Plantas Sagradas, Mágicas y Medicinales. Cusco, Perú.

Moderador: Diego Rázuri. Centro Bartolomé de Las Casas (CBC).

Thomas Moore es antropólogo y especialista en diversidad cultural y biológica de América Latina. Ha trabajado principalmente con los harakbut y otros pueblos amazónicos, y en múltiples iniciativas de desarrollo para promover la justicia social en Madre de Dios. Es director del Centro Eori de Investigación y Promoción Regional de Puerto Maldonado, Perú.

Heinrich Helberg Chávez es lingüista, filósofo y antropólogo, especialista en gramática de la población harakbut. Posee una amplia experiencia en la Amazonía sur peruana. Es investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) de Iquitos, Perú.

Rodrigo Arce Rojas es ingeniero forestal, especialista en conflictos socioambientales y pensamiento complejo por la multiversidad Mundo Real Edgar Morín de México. Actualmente es profesor de la Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú.

Alejandro Camino Diez Canseco es antropólogo, especialista en desarrollo rural, gestión de recursos naturales y patrimonio cultural. Ha trabajado en la selva cusqueña y otros espacios de los Andes. Es director del Museo de Plantas Sagradas, Mágicas y Medicinales de Cusco, Perú.

 

PRIMER BLOQUE

PRESENTACIÓN

Carlos Herz Sáenz
Director del Centro Bartolomé de Las Casas

Esta iniciativa, en la que están comprometidas diversas instituciones, surgió a partir de la necesidad de visibilizar la compleja problemática de la Amazonía del sur peruano, y del interés particular de entender los procesos colonialistas y extractivistas que han definido las dinámicas económicas y sociales en este territorio, donde a la vez se presenta una fuerte resistencia y resiliencia por parte de las comunidades originarias que, a través de diferentes estrategias, buscan superar esta situación. Asimismo, se busca analizar cómo se configuran los procesos decoloniales que pueden dar una salida integral a dicha problemática, y donde las comunidades originarias tengan un rol protagónico. En los eventos preparatorios se tratará temas de la Amazonía del sur peruano que se irán identificando y, a partir de compartir experiencias y enfoques con la academia, la sociedad civil, indígenas, ONG, gobierno y otros actores, delinear el estado del arte en general.

Los problemas de la Amazonía no se van a solucionar en la misma Amazonía, sino desde las actuaciones económicas, sociales, políticas y culturales nacionales, y en particular como parte de la problemática del sur andino y amazónico, en la perspectiva de construir una agenda de desarrollo de la macrorregión Sur del Perú.

PRIMERA EXPOSICIÓN

DESDE EL REFUGIO DE PUEBLOS ORIGINARIOS A LA DESTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA NATURAL

Thomas Moore
Centro Eori de Investigación y Promoción Regional

La Amazonía sur peruana ha pasado, de refugio de los pueblos originarios de otras partes de la Amazonía, a ser uno de los principales espacios de destrucción de la economía natural. Desde las posibles migraciones en el Alto Madeira (Brasil) a 6 mil años A. C. y los registros de población humana en este territorio de hace 4 mil años A. C. por arqueólogos británicos, hasta las migraciones andinas hacia cabeceras con el colapso del Tiawanaku en el siglo X, los ancestros de los pueblos originarios de Madre de Dios, antes del caucho, son los harakbut, yines, matsigenkas y ese ejas, los cuales probablemente llegaron desde diferentes partes de la Amazonía sur occidental a lo largo de milenios –y no del Amazonas central vía Ucayali, como postulaba Lathrap en 1970–. La población andina y amazónica norte llegó con el caucho a principios del siglo XX.

Características socioeconómicas y culturales de los pueblos originarios
Los indígenas tienen importantes diferencias con la sociedad nacional. La organización social se da por grupos de parentesco y a través del establecimiento de alianzas estratégicas. Su cosmovisión está completamente integrada al entorno natural y no separa humanos de animales, plantas y otros elementos de la naturaleza. Su identidad con el bosque y con el entorno natural se establece a diferentes niveles; para ellos es imposible concebir la alienación de lo que la gente occidental llama los recursos naturales, porque consideran que los bosques, los animales y las plantas tienen alma y se comunican constantemente, pues sueñan con los animales y conversan con las plantas.
No tienen etnónimos propios y se dirigen el uno al otro por términos de parentesco. La integración de su cosmovisión está en conflicto con la separación de campos de enfoque de la sociedad nacional. Por ejemplo, para no ofender a la naturaleza, la horticultura de los pueblos originarios se hace en numerosas chacras pequeñas; una familia puede tener seis u ocho chacras pequeñas, con múltiples cultivos, lo cual es complementado por caza, pesca y recolección forestal. No se practica el monocultivo, pues una sola chacra grande no permite la renovación del bosque, pero con chacras pequeñas el bosque se recupera. Por ello, existe un conflicto serio e importante con la agricultura que promueve el Estado.
No conocen derechos de propiedad sobre los elementos de la naturaleza; es inconcebible, pues la naturaleza se comparte. No se piensa en esto es mío, con linderos o hitos. Esto genera problemas con la gente de fuera que, aprovechando las leyes, establece derechos que se superponen y entran en conflicto con sus normas; cuando no había conceptos de propiedad había más unión entre ellos y mayor aceptación de la gente externa. La economía indígena está basada en el don y la reciprocidad, no en la compra-venta.

Evolución del ambiente natural
La naturaleza no se compra ni se vende –“conviviendo con la naturaleza se fortalece la naturaleza” –. Para los pueblos originarios, los seres humanos pueden modificar la naturaleza, pero no destruirla. Este contexto de extraordinaria diversidad biológica ha sido custodiada por diversos pueblos originarios durante milenios, trabajando los bosques, sabanas y ríos; parte de esta diversidad biológica es de origen humano. Así, a lo largo del tiempo se ganaron especies y se extinguieron otras. En la Amazonía sur las cuencas de Madre de Dios y el Beni en Bolivia son áreas de gran biodiversidad.

Transformaciones y cambios: La inserción en los mercados globales
La primera presencia no indígena en Madre de Dios y Bajo Urubamba llegó con el auge de las gomas (Castilla elástica y Hevea brasilensis) hacia fines del siglo XIX y principios del XX, lo cual provocó el traslado de gente y la extinción de pueblos indígenas.
A partir de 1914, con el colapso del mercado de gomas, especialmente shiringa en Madre de Dios, muchos caucheros se fueron, pero otros se quedaron dedicándose de manera más humilde a la producción de alcohol y otros productos extractivos para el mercado regional. Posteriormente, los primeros mineros auríferos artesanales se instalaron en el río Inambari en los años 1931 a 1933.
La presencia formal del Estado peruano se inició con la Junta de Vías Fluviales, entre 1902 y 1912, año en que se creó el departamento de Madre de Dios. Antes de esto, frente a la ausencia del Estado, la única presencia externa o de la sociedad peruana fueron los caucheros; el primero de ellos fue Ernesto Rivero en 1900. Sin embargo, los caucheros bolivianos estuvieron antes de la llegada de los caucheros peruanos, como los de Casa Suárez (1896-1902), que masacraron a indígenas iñapari, amarakaeri, ese eja y harakbut. Luego, caucheros peruanos, habilitados por casas comerciales de Arequipa, entraron por la ruta desde Puno hacia Tambopata río abajo y esclavizaron a shipibo konibos y kichwa runas del Napo, Amahuaca, y los trajeron a Madre de Dios entre 1904 y 1910.
El extractivismo entró a la Amazonía sur peruana en el siglo XIX, con la cascarilla (Chinchona officinalis) en 1840 en la selva puneña, y se amplió con aceites esenciales, maderas finas, pieles, entre otros, con colonos en Santa Ana, La Convención.

Construcción de vías de acceso

Durante la segunda mitad siglo XX llegaron las carreteras.

  • En 1906, apertura del camino de herradura Tirapata-Astillero, por la Inka Mining Co. / Inka Rubber Co.
  • En 1930, apertura al tráfico irregular de la carretera a Paucartambo hacia Kosñipata en 1950 y hasta La Convención, Kiteni, en 1968 y Shintuya en 1978.
  • En 1951, apertura del ferrocarril hasta Chaullay y en 1978 hasta Quillabamba, y la carretera Urcos-Puerto Maldonado en 1963 y a Iberia en 1983.
  • Construcción de la carretera Interoceánica entre 2006 y 2011. Entre 2010 y 2020, apertura de caminos vecinales en Tambopata y Tahuamanu, relacionados a la extracción de madera y actividades agrícolas.

Extractivismo intenso: Oro

La minería aurífera se intensificó a partir de 1978 con la Ley de Promoción Aurífera y el descubrimiento de oro en cauces antiguos de ríos, cubiertos con sobrecarga de tierra y de bosque. Hoy la minería opera con dragas y maquinaria pesada, y elimina la sobrecarga deforestando y contaminando masivamente con mercurio.
A partir de la apertura de la carretera Interoceánica y la subida del precio del oro, se intensificó la explotación del oro de manera desordenada. Hubo un desborde, donde el gobierno no ha tenido capacidad de poner orden debido a los defectos de la separación sectorial de funciones, como la falta de catastro integrado y la superposición de derechos, que causan conflictos sociales graves, junto con la deforestación masiva y contaminación de ríos y peces con mercurio.
A partir de 1912, organizaciones criminales vinculadas de alguna manera con el narcotráfico, entraron masivamente a Madre de Dios, con el favor de nuevos decretos elaborados desde Lima sin conocimiento de la realidad de la zona. Hoy las organizaciones criminales tienen el dominio económico y político de la región, con presencia en el Ministerio Público, el Poder Judicial, los gobiernos regionales e incluso el Congreso de la República. Se puede observar la asociación de los cultivos de coca con la minería aurífera, caso San Gabán en Puno, Huepetuhe e Inambari en Madre de Dios, y en alguna medida en el Alto Madre de Dios. La relación del narcotráfico no solo es con el cultivo de coca, más bien tiene más peso en la comercialización del oro, tema grave que el Estado no ve en este momento.

De este modo, los conflictos sociales surgen a partir de los derechos superpuestos y los abusos laborales que se dan en el contexto del desorden de las actividades extractivas.
Extractivismo intenso: madera, castaña, shiringa
La evolución de las leyes forestales ha permitido la deforestación masiva por carreteras formales e informales, como se ve especialmente en Tambopata, Tahuamanu y Bajo Urubamba con empresas grandes que se dedican a la extracción, y la degradación de bosques por extracción selectiva de madera. Hay una marginación de los productores tradicionales y las comunidades indígenas a favor de las empresas.

Ley Forestal y de Fauna Silvestre, 1975. D. L. Nº 22147. Esta ley, dada en el gobierno de Velasco, fue la mejor, pues permitió que gente local obtenga contratos para pequeños extractores de hasta mil hectáreas en sus mismas chacras y a la vez dedicarse a sus actividades sin problemas de superposición. Era más inclusiva, aunque en alguna medida se abusó cuando algunos habilitadores acapararon derechos forestales a nombre de los habilitados.
Ley Forestal y de Fauna Silvestre, 2000. Ley Nº 27308. Creó Serfor y Osinfor. Permitió bosques de producción permanente en gran parte de la Amazonía y concesiones de mayor extensión en ellos por cuarenta años.
Ley Forestal y de Fauna Silvestre, 2011. Vigente desde la aprobación de sus cuatro reglamentos en 2015. Prácticamente excluye al pequeño extractor, a menos que entre en un contrato con el capitalista que financia las operaciones en términos muy desiguales. Esto ha marginado a mucha de la población en la zona a favor de las empresas, exigiendo términos que los pequeños productores no pueden cumplir: regentes forestales, gestiones con abogados y contadores. Dourojeanni (2020) demuestra que su cumplimiento no es rentable y se viola la ley.

Se necesita con urgencia modificar la ley que atenta contra el ambiente natural, tomando en cuenta la problemática actual:

  • Extracción ilegal de madera en concesiones de castaña. El Estado otorga derechos superpuestos o no otorga derechos y se procede a la extracción ilegal, que genera conflictos sociales muy graves.
  • Deforestación masiva para la expansión de la frontera agrícola con monocultivos como papaya y cacao (menos dañino). Recordar que el monocultivo no funciona en la Amazonía porque es diversa: el bosque no se recupera si no se asocian cultivos. Las grandes extensiones que están dedicadas a un solo cultivo generan la destrucción de suelos y una desertificación similar a lo que produce la minería aurífera, perdiéndose la naturaleza por mucho tiempo.
  • Castaña y shiringa degradadas por deforestación, extracción de madera y tala de bosque para monocultivo agrícola. Hay un importante desequilibrio de precios debido al contrabando de castaña boliviana a Perú y shiringa peruana a Brasil.
  • No hay catastro integral, lo que genera superposición de derechos y acarrea violencia y asesinatos.
  • Tala ilegal de madera en concesiones de castaña.
  • Se prioriza la minería sobre las actividades forestales y agrícolas.

Exploración y explotación de hidrocarburos

  • Primeras exploraciones orientadas a la explotación de hidrocarburos en la Amazonía sur peruana por parte de geólogos británicos.
  • El gobierno de Velasco expropió la International Petroleum Company (IPC) en el Manu.
  • 1970-1975. Se implanta el Modelo Perú, que otorgó contratos en casi toda la Amazonía, incluida la sur peruana, con 50 % de derechos al Estado y el resto a la empresa. Los más activos fueron Cities Service – Andes en Madre de Dios, una empresa canadiense en Urubamba y otros.
  • 1982-1991. Shell, gas de Camisea. Se retiró por desacuerdo con gobierno de Fujimori sobre obligaciones de compensación. El gobierno permitió la entrada a PlusPetrol, que suavizó el programa de atención del ambiente natural y social iniciado por la Shell. Descontinuaron las intervenciones preventivas y se realizaron muy pocas consultas.
  • 2006-2016. Hunt Oil en la Reserva Comunal Amarakeri (RCA) con muchos conflictos sociales y división entre los harakbut, pues se trató de negociar el contrato con la entrega de regalos a algunos líderes, pero con la comunidad en desacuerdo.

El trabajo sísmico que se realiza para la exploración y extracción de petróleo, abre trochas que dan acceso a cazadores furtivos, madereros y otros que degradan las fuentes de caza y la diversidad biológica. Los pozos y gasoductos construidos acarrean daños ambientales y desplazan a poblaciones indígenas, y la región no es compensada adecuadamente, pues aunque el dinero va al canon, no llega a las comunidades locales. Los matsigenkas en el área de Camisea están dislocados y siguen cocinando con leña. Se ha realizado proyectos de apoyo diseñados por la misma empresa petrolera que han sido mal concebidos y son de poca utilidad, como el caso de los modelos únicos para agua potable que no funcionan pues debieron ser diseñados en base a la topografía de la zona, y ahora solo contribuyen a que la situación de salud se agrave en la zona con el aumento de enfermedades.

Organización indígena
Hay una importante presencia de federaciones indígenas.

  • Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad). Probablemente es la organización indígena más fuerte en toda la Amazonía peruana. Representa a 30 comunidades que incluyen hasta 10 pueblos indígenas en Madre de Dios y Kosñipata. Está integrada por organizaciones intermedias como Coharyima, Coinbamad y sus instancias técnicas como la Eca-Rca (Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Amarakaeri), Afimad (actividades de desarrollo forestal) y Ojeimad (jóvenes y estudiantes indígenas).
  • Además, en Urubamba están Comaru, Ceconama y Feconay, que representan a más de cuarenta comunidades del río Urubamba.

Asimismo, en Madre de Dios hay un nuevo movimiento hacia la integración de pueblos o naciones integrales y autónomas con sus territorios propios en busca del reconocimiento de derechos que les son esquivos, mientras existen concesiones forestales, en trámite o consolidadas, en sus territorios. El Estado ha demorado mucho en su titulación, por lo que piden territorios integrales y autónomos y su reconocimiento como pueblos o naciones, y ya no comunidades nativas.

  • Nación Ese Eja (2013). Cuatro comunidades con proyección hacia comunidades del mismo pueblo en Bolivia.
  • Nación Harakbut (2017). Doce comunidades.
  • Nación Yine (2018). Abarca áreas de Madre de Dios, Cusco, Ucayali, Acre (Brasil) y Pando (Bolivia).
  • Pueblo Matsigenka (2019). Ahora limitado al parque nacional del Manu, pero con proyección de ampliación. Exigen la gobernanza de áreas naturales protegidas establecidas en forma inconsulta en territorios indígenas, y otras áreas fuera de tierras comunales tituladas.

Por política, sin embargo, las direcciones regionales de agricultura y el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) no titulan tierras superpuestas por concesiones forestales u otras.

Aliados importantes
Estado

      • Ministerio de Cultura (Mincul). Coordina con la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) y las intervenciones en los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial (Piaci) –algunos están en contacto inicial desde hace 130 años–.
      • Programa Nacional de Conservación de Bosques (PNCB). Aporta dinero a las comunidades nativas que conservan montes.
      • Municipalidad de Megantoni (con alcalde matsigenka).
      • Defensoría del Pueblo.
      • Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Apertura paulatina a la participación de indígenas en la gobernanza de las áreas naturales protegidas.
    Ong

        • Conservación Amazónica (Acca). En Madre de Dios y Kosñipata. Investigaciones y documentación de deforestación.
        • Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Apoyo a consolidación territorial indígena y a eventos para los cuales las organizaciones indígenas no tienen presupuesto, e intervenciones legales.
        • Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Apoyo puntual en áreas de interés.
        • Sociedad Zoológica de Frankfurt (SZF). Programa de educación de niños matsigenka, yine, harakbut, inicios de educación intercultural bilingüe (EIB) que no existía en Madre de Dios.
        • Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia). Investigación y tecnología minera para una mayor compatibilidad con el ambiente.
        • Instituto Internacional de Desarrollo Social (IIDS). Apoya los derechos territoriales y el reconocimiento de los derechos indígenas.
        • Consorcio Territorios y áreas conservados por pueblos indígenas y comunidades locales (Ticca). Defensa de la organización y sostenibilidad de los territorios gestionados y gobernados por pueblos indígenas, en muchos casos desde hace milenios.

Desafíos y oportunidades
Desafíos

        • Muchos desafíos tienen que ver con el marco legal, leyes y normas que deben ser revisadas o cambiadas.

            • La Constitución de 1993 eliminó la inalienabilidad e inembargabilidad de tierras de comunidades nativas y limitó su imprescriptibilidad. Dio paso a leyes que favorecen a los monopolios y la extracción desordenada de recursos naturales, y dio espacio para la entrada del crimen organizado, problema grave en la selva sur peruana.
            • La “formalización” de la minería aurífera con registros abiertos, abrió las puertas al narcotráfico. Al estar registrados pueden comercializar el oro como mejor quieran; no hay control de la comercialización del oro, lo cual es un vacío enorme en el accionar del Estado.
            • El crimen organizado financia campañas políticas y gana espacio en municipios, gobiernos regionales, Congreso de la República, Poder Judicial y Ministerio Público.
            • Falta de acceso a información al público y prensa de investigación sobre lo que está sucediendo. Hay que hacer mucho esfuerzo para encontrar la realidad y difundir las noticias.
            • Falta de profesionales locales en los gobiernos regionales, en los que trabaja gente de fuera que no tiene compromiso con la región.
            • La descentralización es incompleta. Hay conflictos entre instancias de ministerios y gobiernos regionales. Se debe avanzar en la descentralización e implementar el programa Servir, que no existe aún en los gobiernos subnacionales.
            • La Iglesia trabaja en paralelo. Apoya a través de agentes pastorales, pero no a organizaciones indígenas, generando conflictos al trabajar sólo con los cristianos y no con todos por igual.

Oportunidades

            • Con el fortalecimiento de organizaciones indígenas, hay mayor espacio político y representación, aunque inadecuada, en los gobiernos regionales, municipios, y algunas consultas. Esto debe ampliarse.
            • Algunas Ong de conservación están respaldando iniciativas indígenas. Antes sólo se limitaban a defender la flora y la fauna; ahora reconocen la importancia de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad biológica y respaldan sus iniciativas.
            • Ahora hay mayor conciencia entre la población sobre los diversos problemas socioambientales.
            • Con observación geoespacial, drones y veedurías comunales se puede detectar las invasiones de forma más inmediata. Hay denuncias que llevan a policía a realizar la detención momentánea de actores ilegales, pero se detiene a peones y no a los verdaderos responsables; quienes son detenidos salen rápidamente y nadie se ocupa de los que organizan estas actividades ilegales.
            • Actualmente existen más universidades abiertas a alternativas políticas, como la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios (Unamad), el Centro Intercultural Nopoki de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), aparte de universidades en Cusco y Lima bastante activas.

Segundo BLOQUE

INTERVENCIÓN DE LOS PANELISTAS

Heinrich Helberg Chávez
Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, IIAP (Perú)

Es necesario mirar los principios de acción que están detrás de este gran tablero. Los cedros bajan por el río y pasan delante de las comunidades que están asentadas dentro; ellos no tienen derecho a usar ese cedro y quienes lo utilizan son personas mestizas. Por un lado, se ha favorecido permanentemente la producción para la generación de ingresos económicos para, por encima de todo, permitir su ingreso a la economía de mercado. A lo largo del tiempo el criterio ha sido claro: los mestizos entran a la economía de mercado, los indígenas no. Por otro lado, está la gestión del ambiente, donde están las comunidades y los pueblos indígenas, las personas en aislamiento voluntario –que se aíslan aún más– y todos los que no producen para generar renta sino para vivir bien.
La gestión ambiental correcta es la que tiene una relación ética con los recursos naturales. Para los awajún, la naturaleza y sus elementos son seres vivos, personas con las cuales hay que relacionarse y buscar un equilibrio, una gestión pensada, algo que hay que negociar. La sostenibilidad del bosque es, entonces, un producto social, una cuestión de gestión, no un asunto de habilidades, capacidades o leyes naturales.
Esto se contrapone a lo que la sociedad y el Estado peruano aspiran como desarrollo, pero que en realidad produce desastres ecológicos, económicos, humanitarios, epidemias e invasiones, entre otros. Es el caso de la explotación del oro y su promoción a través de políticos que invierten para generar dinero fácil, cuyo accionar no pudo ser detenido ni siquiera por la documentación, presentada por fotógrafos y parte de la prensa, sobre el daño ocasionado durante años.
Entretanto, han surgido propuestas económicas distintas, como el desarrollo territorial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), como política nacional orientada a la economía capitalista, sin tomar en cuenta la gestión ambiental y la búsqueda de resultados más compatibles con la realidad; se trataba, más bien, de que la población gestione sus propios recursos, usando su conocimiento del medio ambiente para el desarrollo de su propia economía, no que vengan empresas de fuera.
Hubo varios proyectos de este tipo en todo el Perú, que combinan tecnología propia con algo de la tecnología moderna para tener una mayor capacidad de llegar al mercado. Pero no se ha entendido que, cuando los pueblos indígenas logran determinadas líneas de comercialización con el mercado, es como pasar de cazadores recolectores a ser agricultores.
Es decir que introducen un nuevo módulo a su economía, pero no modifican su forma de pensar, su concepción de la vida o la economía o su religiosidad; lo que cambia es que ahora ya pueden producir algo para el mercado, que generalmente es algo muy específico, pero no toda su economía se dirige al mercado, si tienen suerte un producto o dos con el cual pueden comerciar. Lo que pasa es que en muchos pueblos no hay nada, y esto no se entiende desde fuera.
Por otra parte, la situación de los jóvenes es crítica. No hay nada que hacer para generar recursos, lo que se les ofrece es extraer madera destruyendo su potencial maderero a cambio de poco o nada; lo mismo con el pescado, que lo van a sacar sabiendo que puede destruir su cocha. Pero no hay opciones, sino más bien una incapacidad de respuesta de la sociedad peruana en su totalidad para articularse a los pueblos indígenas. Si no hay país con pueblos indígenas no hay Perú, se acaba la posibilidad de gestión de esta sociedad, y los pueblos indígenas no están desapareciendo, sino que pueden cambiar.
En Madre de Dios, la gestión ha sido peor que en otras partes del Perú. En la selva central hay una mejor gestión, pero un gran deterioro ambiental. En la selva norte hay variedad de casos, como los awajún, gente muy fuerte que prácticamente sacaron a los mestizos de su territorio en algunas partes del Cenepa, donde ya casi no quedan colonos mestizos, sólo algunos mayores casados con mujeres nativas.
Madre de Dios es de difícil gestión debido a sus características. Necesita una imagen de futuro que guíe, sino no hay capacidad de organizarse para responder ni existe un movimiento político, salvo el que proviene de las comunidades y sus organizaciones. Ellos tienen una imagen de la vida que quieren, pero no el resto de la sociedad.

Rodrigo Arce Rojas
Universidad Ricardo Palma (Perú)

Si queremos analizar los cambios y transformaciones de la Amazonía sur no nos podemos limitar a indicadores económicos. La imagen de futuro pasa por revisar qué concepciones, ideologías, creencias, paradigmas y etiquetas de desarrollo estamos utilizando para el análisis de la realidad y para diseñar ese futuro. Para acercarnos de mejor manera se necesita hacer una revisión profunda de las bases epistemológicas con las que hemos llegado a los conocimientos actuales, pero también del lenguaje que utilizamos. Por ejemplo, se habla de recurso natural y forestal, capital natural, producción, productividad, competitividad, como palabras normalizadas y necesarias para hacer desarrollo, pero si se revisa de manera más profunda, cuando hablamos de recursos forestales o naturales en general estamos haciendo una cosificación de la naturaleza, lo cual tiene que ver con nuestra base ontológica, si hay naturaleza y cómo nos relacionamos con ella, si hay cultura, o si más bien existe una única realidad imbricada. No hay naturaleza ni cultura, sólo una realidad imbricada.

Lo mismo pasa al definir las bases éticas y estéticas del desarrollo y de cómo se valora. Una cosa es valorar el crecimiento económico por sobre todas las cosas, y otra valorar la vida en todas sus manifestaciones; esto cambia el foco de análisis: una cosa es el éxito en términos empresariales o de exportación, y otra es la medida de una profunda sustentabilidad entre sus componentes, más allá de lo social, económico y ambiental. Podemos utilizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son necesarios para la sustentabilidad, pero aun así no es suficiente, pues también hay cuestionamientos a lo que entendemos por desarrollo e incluso por desarrollo sostenible, que ha demostrado sus límites, puesto que, aun con institucionalidad y legalidad, hemos superado ampliamente una serie de umbrales ecológicos como el cambio climático, la extinción de biodiversidad, el cambio de uso de la tierra, la alteración de patrones de nitrógeno y fósforo, es decir, con todo y desarrollo sostenible, estamos en déficit. De allí la invitación a identificar cuáles son los cambios necesarios para la armonización de un equilibrio dinámico –pues no hay un equilibrio fijo sino dinámico–.
Con relación a la base ética, es diferente que lo que existe en el bosque sea una cosa o recursos, a que sea un pariente, parte de la vida, la espiritualidad, las deidades, y por tanto será diferente el valor de la vida de cada animal y cada planta, ya no siendo posible reducirlos a únicamente una mercancía, como siempre se ha hecho.
Justamente trabajando el tema del manejo forestal, aun cuando existen avances científicos y tecnología, todavía no podemos decir que manejamos sustentablemente los bosques, pero hay que reconocer que se realizan esfuerzos relevantes de prácticas de manejo de bosques certificados en madera y no maderables, especialmente de castaña. Hay otros avances, entre los que destacan la emergencia de la academia local con las universidades regionales y talentos locales con participación en la toma de decisiones del desarrollo amazónico, así como organizaciones locales que tienen un rol activo en las propuestas de conservación y derechos de los pueblos indígenas.
Quedan, sin embargo, la consolidación de una ontología disyuntiva que separa al ser humano de la naturaleza y la cosifica y reduce a una cosa o mercancía, y el afianzamiento de su mercantilización. Éstos generan importantes impactos y legitiman un modelo de desarrollo a expensas de la naturaleza y la pérdida de ecosistemas y biodiversidad, que no se reduce a la deforestación sino a su fragmentación, y a las consecuencias que eso tiene sobre la viabilidad de que fluya la vida, los ciclos biogeoquímicos, etc.
En cuanto a la contaminación ambiental, el mercurio está presente no solo en los ríos, sino también en el suelo, el aire y la gente. En las comunidades nativas de Madre de Dios constituye un serio problema, con la consecuente afectación de los derechos humanos de los pueblos indígenas, y de sus derechos culturales. La ideología que predomina señala que hay una única manera de alcanzar el desarrollo, instalando nuevos valores que afectan la consistencia de la matriz cultural indígena.
A pesar de ello, hay notables logros con relación a las organizaciones indígenas:

      • Un papel importante de Fenamad en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y el tratamiento de los Piaci.
      • Avances en gestión y experiencia de Eca Amarakaeri, que ganó un premio de innovación en el desarrollo por sus buenas prácticas en el manejo sostenible y procesos de certificación de castaña a nivel local, y juega un papel fundamental entre las ejecutoras de contratos de administración. También es el caso de Afimad, que ha logrado importantes avances en relación al manejo de castaña.
      • Avances con relación a la propuesta de la Red Indígena Amazónica sobre cómo hacer desarrollo desde la cosmovisión indígena con una perspectiva territorial integral y gobernanza propia, lo que permitiría avanzar en el enfoque del buen vivir, vida plena, con árboles en pie. Seguir el modelo de concebir a la selva sólo como una canasta de recursos ha tenido una serie de repercusiones negativas. Justamente, la actual pandemia tiene que ver con la afectación de ecosistemas y esto pasa cuando privilegiamos un derecho sobre otros, pues no se trata del hombre sobre la naturaleza o viceversa, sino que debemos concebir el bienestar de la gente con la felicidad de los bosques, donde también hay vida y seres sensibles.

      Entonces, se tiene que revisar los marcos con los que nos acercamos al desarrollo, lo que implica una revisión de las maneras de pensar, sentir y hablar… y de soñar también.

      Alejandro Camino Diez Canseco
      Museo de Plantas Sagradas, Mágicas y Medicinales (Perú)

      Se ha presentado una visión comprehensiva, como los aspectos del oro vinculado a la coca, extracción de madera y aprovechamiento de castaña, temas interesantes que permiten ver la articulación de los negocios que van afectando al medio y a las poblaciones.

      En el sur, la presencia andina sobre las vertientes orientales de Andes del sur es fuerte. Kosñipata fue el fundo de Isabel Chimpu Ocllo, la madre del Inca Garcilaso de la Vega, fundo de coca que luego en la Colonia se convirtió en fuente de coca para la minería en Potosí. En el periodo prehispánico ha habido una relación intensa a través del trueque y un intercambio estacional permanente entre las poblaciones indígenas de la vertiente oriental amazónica con las poblaciones andinas con características diferentes de relacionamiento.

      En Puno, los campesinos tenían “chacras de oro” –cosechaban oro, como ellos decían–. En la cuenca media de Inambari, en la zona de Río Blanco, después de la cuarta cosecha de la coca ya había bajado la época seca, las lluvias se trasladaban a la zona denominada Piedra Laja, donde cosechaban el oro con procesos naturales. La relación de los Andes con la zona amazónica ha sido importante en la sierra sur, pero ha cambiado dramáticamente con la construcción de carreteras y la presencia de la economía capitalista. Cabe recordar también que en la zona oriental de Madre de Dios, en la época anterior al caucho, hubo una explotación extractiva deforestando árboles de la quina.

      La relación amazónica con la naturaleza, la vida interna del mundo vegetal, y el vínculo entre plantas, animales y humanos, de alguna manera es corroborada por un nuevo movimiento dentro de la biología, la neurobiología vegetal. Ésta afirma que las plantas se comunican entre sí y con los animales, y que responden a las relaciones de los humanos cuando se les acercan, las tocan o las techan. Se ha descubierto que las plantas tienen capacidad de almacenar información, se comunican entre ellas y pueden reaccionar previamente a la presencia de un fenómeno, habiéndose trastocado el concepto tradicional de la botánica y la biología. Todo esto es parte de este mundo y de la relación humana amazónica con su medio ambiente natural.

      Otro aspecto es el reforzamiento de su identidad, la cual debe trazar el camino futuro de estos pueblos. En la medida que mantengan su identidad y su cultura, se mantendrán sus posibilidades de subsistencia.

      TERCER BLOQUE

      PREGUNTAS DE LOS PARTICIPANTES

      Thomas Moore
      ¿Cuándo se involucraron y cómo fue cambiando la relación de los harakbut con la minería artesanal?

      Los harakbut comienzan a trabajar oro de manera sencilla y artesanal en el río Colorado en los años 60 por influencia de algunos pocos migrantes andinos que se dedicaban a ello. El año 1973 se instaló el Banco Minero y promueve la extracción del oro. Entonces no había derechos mineros de propiedad sobre ningún espacio para minería aurífera. El banco tenía el monopolio del oro en el país y daba autorización de trabajo a quienes le vendían el metal. Lamentablemente, con la ley de minería y el cierre del Banco Minero por gobierno de Fujimori, todo cambió. Ahora rige el mercado libre y ello ha abierto las puertas al narcotráfico.

      Los conflictos sociales entre los harakbut y los mineros auríferos comenzaron a partir de 1978 con la Ley de Promoción Aurífera, que permite la figura de denuncios mineros. Ahora se pelean espacios por asuntos relacionados a los denuncios mineros, hay asesinatos y elevada incidencia de violencia. Esto continúa hasta hoy con la ampliación de la minería hacia cauces antiguos y la presencia de maquinaria pesada de manera legal e ilegal –en realidad todo es ilegal, pues nadie cumple plenamente con la normatividad–. El caos actual tiene origen en las normas que lo permiten y no se ha encontrado formas de cambiar esto; los conflictos entre indígenas y mineros por espacios que vulneran sus conceptos de no propiedad, han sido la raíz de los problemas interculturales.

      Alejandro Camino
      ¿El hecho de que Megantoni sea distrito ha mejorado la situación de los matsigenka?
      La elevación de Megantoni a la categoría de distrito surgió por la presión de comunidades machiguengas sobre el gobierno central, ya que el dinero del canon lo manejaba antes Echarate y los que venían de Cusco, y se quería tener un mayor control. Pasaron de ser comunidades dispersas con pueblos a orillas de ríos centrales a ser pequeños pueblos; sus expectativas tenían que ver con mejoras en la conectividad con la sierra central (Apurímac), presionados por los comerciantes de cacao. Los pueblos querían la construcción de una plaza de armas, entre otros, como muestra de un cambio radical de los patrones de vida y subsistencia de los pueblos machiguengas de la zona.

      ¿Las plantas sagradas influyen en el pensamiento indígena frente a la economía extractiva?
      Mejor llamarlas plantas maestras, porque enseñan, dan información y ayudan a resolver problemas. Mucha de esta tradición de uso de plantas tiene que ver con la relación del hombre con el mundo vegetal, plantas que tienen poderes, capacidades, competencias, que pueden ayudar a muchas cosas, no solo en la salud, sino en problemas personales, dudas, visiones, con las deidades del bosque. En el bosque no solo hay plantas, hay otros espíritus, según la mitología local.

      Rodrigo Arce
      ¿Cómo se ha visto afectada la matriz cultural indígena por el sistema extractivista?
      Hay comunidades, lugares, sectores de población, que mantienen la matriz cultural original, pero también hay cambios y transformaciones. En la cosmovisión indígena hay una gran fortaleza, pero la matriz indígena también atraviesa por procesos de cambio, deterioro, drenaje cultural y transformación. En cuanto a los niveles de articulación al mercado, hay comunidades no mercado (Piaci), comunidades con baja articulación al mercado y comunidades con alta articulación al mercado. Ello está en proporción directa a la adopción del modelo seductor de la economía capitalista de acumulación y se encuentran diferentes grados de aceptación.

      Es necesario un acercamiento distinto al aprovechamiento del bosque, básicamente desde los árboles en pie, lo que permitiría el alternar respeto a la cosmovisión y el respeto a los derechos de la naturaleza. Para ello es fundamental el desarrollo de biotecnología, seguridad alimentaria, productos nutracéuticos, cosmética y tecnología extraída a partir de la vida del bosque (biomimesis). Existe un potencial gigantesco, más allá de lo convencional, pero se deben superar las dificultades institucionales y legales para el aprovechamiento sustentable de bosques, flora y fauna.

      Henrich Helberg
      ¿Qué relación hay entre la economía de mercado y el practicismo indígena?
      La economía indígena tradicional, que ya es difícil de encontrar, trabaja con una lista cerrada de necesidades. Por su parte, la economía de mercado trabaja con una lista expansiva, no solo amplia y grande, sino que crece y genera nuevas tecnologías. Además, crea nuevos productos en el mercado, impone nuevos conocimientos y nuevas necesidades, que la persona es forzada a adoptar por cuestiones de competencia social; por ejemplo, debemos adecuarnos a un celular nuevo cada dos años.

      Cuando la economía indígena adopta el mercado, no adopta el sistema occidental. Lleva su cultura y economía a donde vaya, va con sus productos al mercado. Los indígenas están acostumbrados a la reciprocidad y la igualdad, y por eso aspiran a tener lo mismo que tienen los occidentales; se trata de necesidades reales o de prestigio, pero no de necesidades capitalistas o de consumo. Hay tantas economías como estructuras mentales existen en la economía, y compiten entre todas. Antes era una lista cerrada y ahora hay un aumento de las necesidades, más o menos reales y de prestigio, pero sin desarticular la propia economía.

      Hace poco desapareció un núcleo familiar de la etnia Mastanahua en estado de contacto inicial, que de alguna forma habían tomado el rol de mediadores entre sus hermanos en aislamiento de diferentes etnias con grupos colonos, lo cual, junto a una serie de factores exógenos como la deforestación legal e ilegal y la invasión de territorios amazónicos, los puso en situación de vulnerabilidad. Algo similar pasó con hermanos de la comunidad Shipetiari hace algunos años, cobrando también una vida. ¿Cómo podemos apoyar el aprovechamiento sostenible de bienes y bondades de la Amazonia, mientras buscamos un ordenamiento territorial que salvaguarde la pluriculturalidad amazónica y frente a los grandes retos organizacionales indígenas?

      Thomas Moore
      Es inconveniente que algunos indígenas traten de intervenir y ser intermediarios con las comunidades aisladas, hay mucho que hacer al respecto. Es una situación común en zonas con población indígena en aislamiento relativo en diferentes grados.
      La ley Piaci desde el año 2006 permite el establecimiento de reservas indígenas. En otros lados se mantiene reservas territoriales con menos apoyo del Estado. Si bien el Ministerio de Cultura coordina con Fenamad y otras organizaciones para la vigilancia y medidas de control –inadecuados claro–, debe superarse la resistencia del Estado de ampliar reservas indígenas para no afectar concesiones forestales y todo lo que signifique derechos de producción que tienen prioridad sobre la vida de las personas. Esta visión debe cambiar en los círculos de política del Estado peruano a nivel regional y central.

      Rodrigo Arce
      La premisa detrás de todo esto es cómo se gestiona el territorio en forma integral en sus diferentes manifestaciones: productiva, de conservación, de espiritualidad, entre otras dimensiones que no están suficientemente interiorizadas. Hay muchas dificultades para aplicar enfoques de paisajes, ecosistémicos, bioculturales, sistemas socioecológicos. Es necesaria una visión de complejidad para dar cuenta de las interacciones de lo tangible e intangible, y para un diálogo deliberativo democrático participativo, amplio, que defina cuáles son los límites ecológicos de los sistemas económicos.

      Heinrich Helberg
      El país subordina el derecho a la vida respecto al derecho al lucro y el sistema de salud no toma en cuenta a los pueblos originarios. Por otra parte, la información no se puede leer por territorio, sino que debe haber un mayor conocimiento y comprensión. Si bien aún desconocemos a algunos peruanos –pueblos originarios–, hay que reconocer que sí se ha avanzado.

      CUARTO BLOQUE

      REFLEXIONES FINALES

      SÍNTESIS / CONCLUSIONES

      Diego Rázuri
      Moderador

      Los tipos de relaciones de parentesco y el establecimiento de alianzas políticas y locales en las poblaciones originarias son particulares y expresan distintos niveles de identidad en los grupos. La utilización de una terminología de parentesco –no categorías étnicas– para denominar a otras personas, muestra vínculos complejos en los que la sociedad y la naturaleza se difuminan y hay una especie de animismo, perspectivismo y otro tipo de relaciones, donde las poblaciones indígenas sueñan con los animales y hablan con las plantas.

      Las poblaciones indígenas se van articulando al mercado por distintos frentes y vías de acceso a las carreteras. El extractivismo intenso, como el oro, la extracción de madera y el cultivo de la coca, ha generado diversas transformaciones. La Fenamad, la organización más importante de la Amazonía peruana, junto a otras y a nuevos tipos de movimientos y prácticas políticas, buscan acciones integrales y autónomas de los indígenas. Hay actores clave con los que se podría desarrollar agendas alternativas, como el Estado, Ong y otros, que permitan enfrentar los desafíos de la Amazonía del siglo XXI.

      La Constitución de 1993 promovió el monopolio y la extracción desordenada, así como permitió el crimen organizado que incluso financia la política, lo que constituye un gran desafío. Por otra parte, están la falta de acceso a la información pública –que se agrava al no haberse ratificado el Acuerdo de Escazú–; la carencia de profesionales en los gobiernos regionales, que no son de la zona y no se comprometen con ella; una descentralización incompleta; la ausencia de Servir en estos espacios; y una acción fragmentadora de la iglesia, pues sus agentes pastorales trabajan exclusivamente con indígenas creyentes. También hay oportunidades, como el fortalecimiento de las organizaciones indígenas para promover una agenda de desarrollo alternativa con una base ecoamigable y de justicia social; una articulación y alianza creciente de Ong con poblaciones indígenas debido a la coincidencia en sus agendas; las tecnologías de observación geoespacial para el monitoreo de los impactos de la deforestación; la investigación para remediar los suelos degradados por la minería; y la apertura de espacios académicos en la Amazonía sur peruana.

      Hay el criterio de favorecer la producción, sobre todo al momento de generar gobierno sobre el bosque y la acción del Estado. La gestión del ambiente debería realizarse desde las poblaciones indígenas y locales, aprovechando sus dinámicas socioculturales. Al respecto, hay dos tipos de gobierno, el Estado, que entra al frente económico generando una mercantilización, y el gobierno de base, que debería ser fortalecido utilizando lógicas locales ecoamigables de articulación con el medio ambiente y que promuevan la justicia social. Éstas son alternativas que se debería promover. El desarrollo territorial está orientado hacia el mercado y no a la gestión local, por lo que no hay oportunidades de desarrollo social en los pueblos indígenas y los jóvenes no tienen trabajo, lo cual los empuja a una serie de problemas. Madre de Dios está mal gestionado y hay un gran impacto del oro, frente a lo cual se debe fortalecer los movimientos indígenas y las organizaciones locales.

      No hay que limitarse a utilizar los indicadores económicos únicamente, sino pensar en qué perspectivas utilizamos para diseñar alternativas de desarrollo y cuáles son sus bases epistemológicas. Estas alternativas normalmente están orientadas a la mercantilización, por lo que se debe ver qué vínculos con la naturaleza hay detrás de las relaciones locales denominadas gobierno local del bosque. Existe una naturalidad imbricada donde la naturaleza, la sociedad y la cultura se difuminan en unas relaciones complejas.

      Hay que analizar las bases éticas y estéticas sobre las que se construye el desarrollo y los componentes de la sustentabilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son buenos, pero no bastan, pues hay que ver qué ética y qué relaciones se tiene con los distintos seres del monte. Se hace hincapié en la academia y los talentos que emergen en la Amazonía sur peruana y que pueden participar en las tomas de decisiones y en las organizaciones locales como entidades clave para el desarrollo.

      Detrás de todo esto están dos impactos profundos, una ontología disyuntiva que está articulada con la mercantilización de la naturaleza, generando una disrupción de las organizaciones locales y la matriz indígena con las características socioculturales que han venido funcionando, y una fragmentación de la viabilidad de la vida y la complejidad interconectada de la sociedad y la naturaleza; para entender esta compleja interrelación se debe buscar el bienestar de la gente y la felicidad del bosque.

      La contaminación no sólo es de ríos, sino que llega al aire, las personas y la tierra debido a la actividad minera, produciendo la afectación a derechos humanos, indígenas y territoriales, y la profundización de lógicas mercantilistas. Hay logros importantes de las organizaciones que se debe destacar, como el manejo de castaña.

      La articulación de los negocios que impactan en las poblaciones locales se compara con los awajún cuando expulsaron a los mestizos de sus territorios. A diferencia de otros, tuvieron una gran relación con los espacios andinos y diversas articulaciones económicas a través de la coca y distintos intercambios. La extracción de la quinina fue uno de los frentes económicos que articuló históricamente estos espacios amazónicos surperuanos con los frentes económicos globales. Se subraya la importancia de la relación de las plantas con los animales por lo que se debería revisar los trabajos sobre neurobiología vegetal que afirma que las plantas tienen sentires. Es fundamental un reforzamiento de la identidad local.

      Los impactos de los frentes económicos y las transformaciones de los distintos paisajes, territorios y poblaciones locales de la Amazonía surperuana, han sido variados. Involucrar la variable de poder ha implicado la incorporación de la de género. Los impactos del oro están dislocando y desordenando la vida de las comunidades, generando conflictos alrededor de los sistemas de parentesco locales, con personas que no pueden ser afiliadas debido a que tienen sistemas patrilineales y son hijos de colonos con mujeres harakbut. La entrada continua por el frente agropecuario del Alto Urubamba de gran cantidad de hombres, ha tenido como efecto la realización de muchos matrimonios entre mujeres machigenguas y hombres mestizos; los hombres del Alto Urubamba van al Bajo Urubamba y generan presión sobre los matrimonios, desarticulando los sistemas de parentesco y de alianzas que, de otra manera, podían haber funcionado como en el pasado.

      También están los impactos del Camisea en Urubamba, pues este tipo de actividad extractiva genera masculinización y presión sobre la economía doméstica, produciendo cambios en la división sexual del trabajo y cargas extras sobre las mujeres, debido a que son los hombres los que salen a trabajar y acceden al dinero. Esta masculinización genera también una mayor violencia doméstica por el acceso al dinero, el factor licor y los “valores colonos”. Adicionalmente, la patriarcalización de estos espacios y los frentes económicos ilegales y desordenados producen cadenas de trata de personas, que son tomadas como una especie de “oportunidad”, muy conflictiva y rechazable, para las mujeres se suman a éstas, obteniendo un “trabajo”.

      Se observa que hay un cambio en la educación de los machigengua de contacto inicial, donde son las mujeres las que están accediendo a la educación más que en el pasado y están llegando a niveles más altos que los hombres. Esto sirve para ver las complejidades de las variables de género y cómo determinados factores exógenos generan ciertas cargas e impactan en la vida de las mujeres.

      EXTRACTO

      No se practica el monocultivo, pues una sola chacra grande no permite la renovación del bosque, pero con chacras pequeñas el bosque se recupera. Por ello, existe un conflicto serio e importante con la agricultura que promueve el Estado.

      Thomas Moore. Centro Eori de Investigación y Promoción Regional.

      No conocen derechos de propiedad sobre los elementos de la naturaleza; es inconcebible, pues la naturaleza se comparte. No se piensa en esto es mío, con linderos o hitos. Esto genera problemas con la gente de fuera que, aprovechando las leyes, establece derechos que se superponen y entran en conflicto con sus normas.

      Thomas Moore. Centro Eori de Investigación y Promoción Regional.

      Las organizaciones criminales tienen el dominio económico y político de la región, con presencia en el Ministerio Público, el Poder Judicial, los gobiernos regionales e incluso el Congreso de la República. Se puede observar la asociación de los cultivos de coca con la minería aurífera, caso San Gabán en Puno, Huepetuhe e Inambari en Madre de Dios, y en alguna medida en el Alto Madre de Dios. La relación del narcotráfico no solo es con el cultivo de coca, más bien tiene más peso en la comercialización del oro, tema grave que el Estado no ve en este momento.

      Thomas Moore. Centro Eori de Investigación y Promoción Regional.

      En Madre de Dios hay un nuevo movimiento hacia la integración de pueblos o naciones integrales y autónomas con sus territorios propios en busca del reconocimiento de derechos que les son esquivos, mientras existen concesiones forestales, en trámite o consolidadas, en sus territorios. El Estado ha demorado mucho en su titulación, por lo que piden territorios integrales y autónomos y su reconocimiento como pueblos o naciones, y ya no comunidades nativas.

      Thomas Moore. Centro Eori de Investigación y Promoción Regional.

      La gestión ambiental correcta es la que tiene una relación ética con los recursos naturales. Para los awajún, la naturaleza y sus elementos son seres vivos, personas con las cuales hay que relacionarse y buscar un equilibrio, una gestión pensada, algo que hay que negociar. La sostenibilidad del bosque es, entonces, un producto social, una cuestión de gestión, no un asunto de habilidades, capacidades o leyes naturales.

      Heinrich Helberg Chávez. Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).

      Si queremos analizar los cambios y transformaciones de la Amazonía sur no nos podemos limitar a indicadores económicos. La imagen de futuro pasa por revisar qué concepciones, ideologías, creencias, paradigmas y etiquetas de desarrollo estamos utilizando para el análisis de la realidad y para diseñar ese futuro.

      Rodrigo Arce Rojas. Universidad Ricardo Palma (URP).

      Seguir el modelo de concebir a la selva sólo como una canasta de recursos ha tenido una serie de repercusiones negativas. Hay que pensar sobre cómo hacer desarrollo desde la cosmovisión indígena con una perspectiva territorial integral y gobernanza propia, lo que permitiría avanzar en el enfoque del buen vivir, vida plena, con árboles en pie.

      Rodrigo Arce Rojas. Universidad Ricardo Palma (URP).

      Se tiene que revisar los marcos con los que nos acercamos al desarrollo, lo que implica una revisión de las maneras de pensar, sentir y hablar… y de soñar también.

      Rodrigo Arce Rojas. Universidad Ricardo Palma (URP).

      La relación amazónica con la naturaleza, la vida interna del mundo vegetal, y el vínculo entre plantas, animales y humanos, de alguna manera es corroborada por un nuevo movimiento dentro de la biología, la neurobiología vegetal. Ésta afirma que las plantas se comunican entre sí y con los animales, y que responden a las relaciones de los humanos cuando se les acercan, las tocan o las techan.

      Alejandro Camino Diez Canseco. Museo de Plantas Sagradas, Mágicas y Medicinales.

      El reforzamiento de su identidad debe trazar el camino futuro de los pueblos indígenas. En la medida que mantengan su identidad y su cultura, se mantendrán sus posibilidades de subsistencia.

      https://www.youtube.com/watch?v=7tRneMSbOo8

       

      https://www.youtube.com/watch?v=7tRneMSbOo8&t=118s

Repositorio

Agroecología, soberanía alimentaria, agua y biodiversidad frente al cambio climatico

Construcción de alternativas frente al extractivismo

Género e Interculturalidad con enfoques interseccionales

Economía social, solidaria y popular para sociedades justas